La limpieza regular es esencial para mantener cuidada una comunidad de vecinos, pero, ¿qué hay de las limpiezas profundas? En este artículo, te hablamos de la importancia de ambos tipos de limpieza, por qué son complementarias y cuándo es el momento adecuado para cada una de ellas.
La limpieza regular
La limpieza regular es aquella que se realiza de forma habitual en tu comunidad de vecinos. La frecuencia de esta limpieza varía según las necesidades específicas de cada comunidad, pero incluye tareas diarias y semanales, como barrer, trapear, limpiar superficies y vaciar la basura.
Este mantenimiento constante del edificio ayuda a prevenir la acumulación de polvo, suciedad y gérmenes, manteniendo el ambiente generalmente limpio.
¿Cuándo optar por una limpieza profunda?
Aunque la limpieza regular mantiene a raya la mayoría de los problemas, con el tiempo ciertos lugares pueden acumular suciedad y gérmenes más allá de lo que las rutinas diarias pueden abordar.
Aquí es donde entra en juego la limpieza profunda. Se recomienda realizar limpiezas profundas como mínimo 1 vez al año, pero también es cierto que la frecuencia dependerá de las necesidades específicas de la comunidad.
¿Cuándo es necesario o recomendable programar una limpieza profunda?
En Limpiezas Selise, 1 vez al año realizamos una limpieza a fondo completa de toda la comunidad de vecinos.
¿En qué momento se debe hacer esta limpieza? Aquí te contamos momentos en los que recomendamos realizarla.
- Cambios estacionales:
- Después del invierno para eliminar la humedad acumulada.
- Después del verano para abordar el polvo y el desgaste.
- Antes de eventos importantes:
- Antes de eventos comunitarios o reuniones importantes que requieran que la comunidad de vecinos luzca perfectamente limpia y cuidada.
- Después de trabajos de construcción o renovación:
- Para eliminar polvo y residuos después de proyectos de construcción.
En resumen, la limpieza profunda y regular son socios indispensables en el mantenimiento de una comunidad limpia y saludable. Mientras que la limpieza regular aborda las necesidades diarias, la limpieza profunda proporciona esa atención adicional necesaria para mantener un entorno de vida impecable.
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